Un vino puede conservarse durante mucho tiempo, desde unos pocos años hasta, en ocasiones, más de 20 años. El objetivo es asegurar la crianza del vino para revelar su perfil aromático. Pero no todos los vinos son aptos para la crianza, y los vinos para crianza tienen sus propias características.
¿Cuáles son las características del vino para crianza?
Un vino de guarda, ya sea tinto, blanco o rosado, se distingue por su variedad de uva, su terruño, su añada, pero también por el trabajo del enólogo. No hay un solo vino que conservar, sino varios tipos de vinos que conservar.
La variedad de uva para vinos de guarda.
Ciertas variedades de uva son más adecuadas para la elaboración de vinos de crianza. Así, cada color de vino tiene variedades de uva que se adaptan mejor a la crianza.
- Las variedades de uva para vinos tintos de guarda: son las variedades de uva más ricas en taninos y acidez, como Syrah, Cabernet-Sauvignon, Malbec o Tannat que darán vinos tintos de guarda;
- Las variedades de uva para los vinos blancos: se deben preferir las variedades ricas en aromas, como la Riesling o la Chenin blanc;
- Las variedades de uva de los vinos rosados para crianza: si bien la mayoría de los vinos rosados se consumen durante todo el año, determinadas variedades de uva permiten una crianza más prolongada, como es el caso del Mourvèdre, que produce un vino rosado refinado y estructurante.
El terroir de los vinos para guardar
En general, el terruño tiene una gran influencia en todos los vinos, y especialmente en los vinos de crianza. Así, aunque a veces la variedad de uva no sea propicia para la crianza del vino, la calidad del terruño puede intervenir y permitir que un vino envejezca durante mucho tiempo. Este es, por ejemplo, el caso de los vinos tintos de Borgoña elaborados con Pinot Noir.
En concreto, cuanto más denso sea el suelo, más agua podrá infiltrarse en él y aumentar la concentración de nutrientes. A continuación, las vides se alimentarán de forma intensiva, lo que repercutirá en el contenido de azúcar y taninos. Los suelos arcillo-calcáreos, calizos y arcillosos son especialmente conocidos por producir vinos que envejecen bien.
La añada de vinos para guardar
No todos los años se produce la misma calidad de vino. Así, los buenos años –buenas añadas– serán más aptos para la crianza. Esto explica, entre otras cosas, el precio de las mejores añadas. Un buen año dependerá sobre todo del clima y del tiempo, y una excelente añada ofrecerá sabores complejos muy apreciados por los aficionados.
Un año con un invierno bastante frío y un verano soleado permite obtener uvas de calidad, que influyen en el contenido de taninos y azúcares del vino. Cuanto más rico es un vino, más probabilidades hay de que envejezca.
El trabajo del viticultor
Por último, la capacidad de un vino para envejecer también dependerá del trabajo del enólogo. Desde el cuidado de las vides, hasta la técnica de elaboración del vino, pasando por la cosecha, cada etapa influye en la calidad del vino, y por tanto en su potencial de envejecimiento. El paso esencial sigue siendo el método de elaboración del vino, que incluye:
- Fermentación: cuanto más tiempo permanezca la piel de la uva en contacto con el mosto, más tánico será el vino;
- La duración de la vinificación: cuanto más envejece el vino, más tiempo se puede conservar;
- La adición de sulfitos: aunque la técnica es controvertida, fortalece el vino, permitiéndole envejecer más tiempo.
Las características del rosado de Côtes de Provence para el envejecimiento
La denominación de origen controlada Côtes de Provence procede de la región que garantiza la mayor producción de vino rosado de Francia. Si bien la mayoría debe beberse joven, algunos tienen una capacidad de conservación de hasta 10 años.
Los vinos rosados de crianza tienen una paleta aromática particular, fácilmente reconocible. Si estamos sólo en los inicios del vino rosado de guarda, ya podemos decir que es complejo, con aromas y notas típicas florales y alcanforadas. También reconocemos notas exóticas, como es el caso de Château des Bertrands, un vino rosado complejo con crianza de Côtes de Provence.
Lejos del rosado que invita a las barbacoas en verano, imaginamos con gusto un vino rosado para acompañar un plato agridulce exótico o una cocina provenzal.
El vino rosado de crianza llega donde menos lo esperábamos, y ya podemos decir que tiene todas las características de un gran vino tinto o blanco.