Una cata de vinos se realiza en 3 etapas, la primera de las cuales corresponde al examen visual. Es entonces cuando el enólogo o amante del vino analiza el color del vino. Pero, ¿sabes realmente qué es el color del vino y por qué es interesante para descifrar las cualidades y defectos de un vino? Descubramos en detalle cómo evaluar el color de un vino.
Color del vino: definición
El color de un vino corresponde a todos los criterios que determinan suaspecto visual. Esto no se limita al color del vino, sino que varios elementos pueden caracterizarlo.
- claridad: en general los vinos son claros, pero puede suceder que un vino no esté filtrado, y por tanto su color sea turbio (como el vino natural), o que tenga algún defecto;
- El color: si el color diferencia los vinos blancos de los rosados y tintos, cada uno de estos matices tiene sutilezas más profundas que hacen que cada vino sea único, sea cual sea su color. Luego encontramos una gran carta de colores para cada vino;
- intensidad: la intensidad del color del vino se refleja en su transparencia. Los vinos pueden ser más o menos opacos o transparentes;
- El menisco: hablamos del anillo que se forma alrededor del contorno del vino contenido en una copa. Esta parte curva del vino puede entonces ser dorada o completamente transparente;
- El espesor: para determinar el espesor de un vino, hay que girarlo en una copa y observar las gotas que se forman, que se llaman lágrimas de vino.
¿Cómo interpretar el color de un vino?
El color de un vino aporta mucha información sobre sus características. Si no podemos adivinar la denominación, la añada o incluso la añada mediante un simple examen visual, podemos aprender mucho.
Estimar la edad del vino a partir de su color.
En general, cuanto más envejece un vino, más intenso adquiere su color. Por tanto, es posible, de un vistazo, tener una estimación de la edad del vino en función del color de su color. Por supuesto, no se trata de dar la añada exacta de la botella de vino, sino de estimar su estado de maduración y determinar el mejor momento para la degustación.
El color de los vinos tintos
Un vino tinto no tiene un solo color, y muchas veces observamos diferencias de intensidad y espesor, pero sobre todo de color.
- Un vino tinto brillante, ligeramente violáceo, es un vino joven;
- Actualmente se está desarrollando un vino rojo cereza. Se puede consumir, pero no está completamente maduro;
- Un vino tinto con bonitos matices anaranjados está listo para beber. Si es un vino para crianza, este color indica el inicio de la evolución;
- Un vino rojo teja o marrón es un vino añejo, que conviene beber sin demora.
El color de los vinos blancos
Los vinos blancos también presentan colores muy variados , desde un amarillo muy pálido hasta un amarillo pajizo intenso. También en este caso su color indica su estado de maduración.
- Un vino pálido, casi transparente, es un vino muy joven;
- Un vino amarillo con bonitos reflejos verdosos es un vino que aún no ha comenzado su evolución;
- Un vino amarillo pajizo es un vino que ha alcanzado la madurez;
- Un vino de color amarillo dorado, con reflejos cobrizos, puede ser un vino seco muy evolucionado, o un vino dulce cuando está maduro;
- Un vino amarillo pardo es un vino oxidado.
El color de los vinos rosados
Los matices cromáticos de los vinos rosados representan una amplia paleta , que varía según la madurez y evolución del vino.
- Un vino rosado incoloro o pálido es un vino rosado prensado;
- Un vino rosado de color salmón es un vino joven y afrutado, que se puede beber sin demora;
- Un vino rosa anaranjado es un vino de crianza.
Evaluar la corpulencia del vino a través de su color
La corpulencia de un vino está determinada por su opacidad y el espesor de sus lágrimas. Será diferente según el color del vino.
Para un vino tinto, la opacidad indica una marcada presencia de taninos, lo que puede indicar un vino con buen potencial de guarda. En cuanto a las lágrimas del vino tinto, cuanto más espesas sean, más podemos suponer que el vino estará marcado por la presencia de azúcares residuales, o con una alta graduación alcohólica.
En cuanto al vino blanco, es más raro que tenga un color opaco. Es más probable que encontremos un color ámbar cuando el vino tiene un dulzor agradable y las lágrimas espesas generalmente revelan una alta concentración de alcohol o azúcar. Los vinos blancos secos y minerales son generalmente más pálidos y sus lágrimas son discretas.
Identificar la variedad de uva y la técnica de vinificación de un vino a partir de su color.
Muy a menudo, el color de un vino puede revelar información valiosa sobre el origen de la variedad de uva utilizada en la elaboración del vino. Ciertas variedades de uva producen vinos de color más pálido de forma natural, como es el caso del Pinot Noir. Otros, por el contrario, se caracterizan por vinos coloridos, casi oscuros, como el Syrah.
Además, la profundidad del color da una indicación de la duración de la maceración, etapa durante la cual el mosto está en contacto con los pigmentos de la piel de la uva. Cuanto más oscuro sea el vino, más tiempo se puede suponer que ha tenido lugar la maceración y que los niveles de azúcar y alcohol serán elevados.
Una cata de vinos siempre comienza con el análisis visual del vestido. Este paso esencial le permite comenzar suavemente a descifrar un vino, antes de pasar al análisis olfativo y gustativo. Para descubrir las riquezas de un vino, pruebe la experiencia de degustación en nuestras bodegas en Provenza.