En el caso del vino rosado, rara vez se plantea la cuestión de la conservación, ya que la espera entre la compra y la degustación es corta. Sin embargo, conservar una botella de rosado en condiciones óptimas garantiza que sus cualidades no se vean alteradas, y esto es aún más cierto en el caso de los vinos rosados que pueden conservarse para su crianza.
¿Se puede conservar el vino rosado?
Hay muchos prejuicios sobre el vino rosado. Entre ellos está su conservación. Muchas personas piensan que ese vino debe consumirse dentro del año. Si esto era cierto hace unas décadas, las cosas han cambiado mucho. Hoy, el vino rosado para el envejecimiento existe. Y como con todos los vinos (vino tinto o vino blanco), se pueden almacenar algunos rosados, otros no. La vida útil dependerá de la cosecha, el origen geográfico, la variedad de uva, etc.
Por norma general, los vinos rosados procedentes de saignée o maceración se adaptan mejor a la crianza, pudiendo consumirse tras 2 a 5 años de guarda.
Para saber si un vino rosado se conserva o no, no bastará con las palabras “grand cru” o “grand vin” en la etiqueta. Habrá que tener en cuenta todas las características del vino rosado, y en particular su poder de estructura, y el equilibrio entre acidez y taninos.
Vino rosado: vivo y frágil
Muchos amantes del vino rosado cuidan sus botellas como un recién nacido. Sin ir a los extremos, el vino rosado sí necesita atención y debe conservarse con cuidado. El vino es un producto muy frágil, sensible a su entorno, por lo que hay que tener cuidado para dotarlo de las mejores condiciones de conservación. Para ello se recomienda instalarlo en una habitación oscura, lejos de cualquier agitación (vibraciones, golpes, etc.). Luego tendrás que dejar la botella de rosado, de modo que el corcho esté siempre húmedo.
Por último, y este es seguramente el punto más importante, habrá que procurar que el vino rosado no sufra variaciones de temperatura. Por eso el sótano sigue siendo el mejor lugar, porque allí la temperatura es estable, tanto en invierno como en verano.
Un nidito acogedor para guardar vino rosado
Si las variaciones de temperatura y la oscuridad son los dos criterios más importantes, hay otros que influirán en la calidad del vino rosado.
- Temperatura: para una óptima conservación el vino rosado debe conservarse en una habitación con una temperatura media de 12°C.
- Nivel de humedad: fundamental para asegurar el buen estado del corcho, la humedad evitará que éste se encoja, dejando pasar así las bacterias que puedan atacar al vino. Lo ideal es un nivel de humedad del 80%.
- Ventilación: un lugar de almacenamiento con buena ventilación permite que las botellas “respiren”. Entonces bastará con sacar todas las botellas de rosado de sus embalajes y cajas y guardarlas sobre un soporte estable o en una caja de madera.
- El medio ambiente: el vino, incluso en botella, es muy sensible a los olores del entorno. Por lo tanto, se recomienda encarecidamente no almacenar el vino rosado cerca de productos químicos o pinturas.
Aunque no es fácil cumplir todos los criterios para una perfecta conservación del vino rosado, acercarse permitirá conservar todas las cualidades del vino rosado. En Château de Berne encontrará vinos rosados conservados en las mejores condiciones.